Los parámetros genéticos de caracteres lecheros en base a una lactación completa son bien conocidos y siguen los mismos patrones que en el vacuno: las heredabilidades para los producción de leche, grasa y proteína son moderadas (alrededor de 0,30) e inferiores que para porcentaje de grasa y proteína (0,50-0,60). A veces, la heredabilidad de la grasa es menor debido a problemas de muestreo de la leche. Las correlaciones genéticas entre producción de leche y la cantidad (kg.) de grasa o proteína son positivas y bastante altas (entre 0,77 y 0,93). Las correlaciones genéticas estimadas entre la producción de leche y el contenido (%) son negativas y muestran una alta variabilidad. Las correlaciones entre las cantidades de grasa y proteína con los contenidos correspondientes también son variables en función de la raza. La correlación genética negativa entre la producción de leche y la composición química aumenta la necesidad de introducir porcentajes de grasa y proteína como objetivos de selección. Los sistemas de pago para la leche de oveja basados en la composición de la misma sólo se aplican en algunos países europeos y, en particular donde el sector ovino está bien desarrollado. Sin embargo, en muchos casos, el peso económico de los caracteres de composición de la leche no es suficiente para que a los ganaderos les compense la pérdida de ganancia genética en producción de leche. En cualquier caso, la introducción de caracteres de composición de leche como objetivos de selección debe realizarse solo cuando el programa de cría haya alcanzado una ganancia genética estable para producción de leche. Por lo tanto, la producción de leche es actualmente el único criterio de selección para muchas razas de ovino lechero. Sin embargo, muchas razas están actualizando sus criterios de selección orientándolos hacia una combinación lineal de caracteres de leche (cantidad de grasa y proteína combinado con porcentajes de grasa y proteína).

La mejora genética de una población/raza requiere un programa de selección, es decir, una organización colectiva de agricultores para:

• • registro de rendimientos;
• • registro de pedigrí;
• • intercambio de animales reproductores para monta natural y/o inseminación artificial.

La proporción de ganaderos directamente involucrados en el pedigrí y el registro del rendimiento (criadores) debe ser lo más grande posible, representando al menos el 10-20% de toda la población sometida a selección.

El resto de ganaderos (ganaderos comerciales) explotan la mejora genética generada por los criadores mediante el uso de animales reproductores (principalmente machos) procedentes de los criadores.

Figura 1 – Gestión piramidal de la población (Fuente: Barillet F., 2001)

El análisis de coste/beneficio del esquema de selección debe realizarse cuidadosamente para garantizar la rentabilidad de esta organización, es decir, los ingresos a largo plazo deben ser más altos que los costes a nivel de la población.

El índice de selección más común cuando los contenidos de grasa y proteína se consideran como objetivos de selección, es un índice total de leche que es prácticamente una combinación lineal de valores de cría para producción de leche, contenido de grasa y contenido de proteína. Los pesos relativos de los 3 rasgos elementales en el índice de selección total son específicos de la raza y generalmente dependen de:

• • la heredabilidad de los 3 rasgos elementales;
• • la correlación genética entre ellos;
• • el valor económico real de los 3 rasgos elementales en el sistema de pago de la leche.

Los valores económicos reales en los sistemas de pago deben considerar que en el proceso de elaboración del queso el contenido de proteína es más importante que la grasa. En este sentido, se deben realizar estudios preliminares dirigidos a evaluar la importancia relativa para el rendimiento del queso del contenido de proteína y grasa en la leche cruda.

Otros puntos a considerar al evaluar los pesos de selección relativos del contenido de grasa y proteína son:

• • la relación grasa/proteína puede afectar al sabor y a la calidad organoléptica de quesos específicos;
• • los contenidos de grasa y proteína responden de manera diferente al efecto de concentración,es decir, la disminución/aumento de la producción de leche a lo largo de la lactación produce un aumento/disminución diferente del contenido de grasa y proteína en la leche cruda.

Mensajes para llevar a casa: • La definición de un índice de selección total de leche debe basarse en los valores económicos reales de los 3 caracteres elementales: producción de leche, contenido de grasa y contenido de proteína • Los pesos económicos en los sistemas de pago no siempre reflejan la verdadera importancia relativa de los 3 caracteres elementales • Por lo tanto, los pesos de selección deben actualizarse sobre la base de la evolución realizada en cuanto a la producción y los contenidos de la leche, pero también teniendo en cuenta el rendimiento y la calidad del queso.

El muestreo individual de leche y el análisis químico de muestras de leche individuales son laboriosos y costosos. Con el fin de ahorrar costes y mano de obra, el muestreo individual de leche generalmente se limita a un ordeño diario (mañana o tarde) con un intervalo mensual. Además, el muestreo suele limitarse a las primíparas. La necesidad de simplificar los esquemas de registro reduce la ganancia genética potencial.

Las reglas y herramientas para realizar un esquema de recogida de datos correcto se pueden encontrar en:

https://www.icar.org/Guidelines/16-Dairy-Sheep-and-Goats.pdf

El registro de pedigrí se puede realizar de forma tradicional mediante el apareamiento natural de un solo macho y/o la inseminación artificial. Ambas prácticas son laboriosas y costosas y pueden desalentar a los ganaderos a participar en los programas de selección.

La identificación electrónica (EID) es una herramienta prometedora que permite una identificación temprana de las parejas madre/cordero y el registro del pedigrí. Es importante seguir la evolución de los costes de una asignación parental basada en el análisis de ADN. En un futuro próximo puede permitir el registro de pedigrí con apareamientos múltiples.

La estacionalidad y el sistema de alimentación, así como el efecto de la concentración a lo largo de la lactación pueden afectar fuertemente la composición química de la leche cruda.

Por lo tanto, se deben registrar datos adicionales relacionados con factores ambientales que afectan la composición química para incluirlos en el modelo genético y estimar los valores genéticos:

• • Gestión de la granja, principalmente, sistema de alimentación
• • Edad
• • Número de parto
• • Fecha de parto
• • Fecha de muestreo
• • Producción lechera en el momento del muestreo

Todos los datos registrados deben utilizarse para estimar los valores genéticos de los reproductores.

Es crucial para la organización de criadores planificar la disponibilidad de científicos capaces de manejar grandes bases de datos y metodologías modernas (BLUP) para llevar a cabo la evaluación genética.

En el ovino lechero, hasta la fecha no se han detectado mutaciones en genes que resulten en un aumento significativo del contenido químico de la leche cruda. Por lo tanto, la selección basada en mutaciones causales específicas del ADN o marcadores en desequilibrio de ligamiento no es concebible a corto plazo.

Por otro lado, la selección genómica parece ser una opción real, al menos en aquellas razas ya con un esquema de selección tradicional eficiente. Durante la última década, la selección genómica se ha convertido en el enfoque de referencia para la mejora genética del ganado lechero debido a la disminución del coste de los chips de ADN de densidad media que se pueden usar, en lugar de la matriz de pedigrí tradicional, para describir las relaciones de parentesco entre individuos. En el ganado lechero, las precisiones relativamente altas de los valores de cría genómicos (GEBV) de los toros jóvenes se deben a la robustez de las poblaciones de referencia que incluyen toros probados por progenie con un gran número de hijas. Además, el GEBV de los candidatos a la selección se puede calcular para el contenido de grasa y proteína que se ha registrado en un gran número de animales genotipados o su progenie durante décadas. Aunque hay algunas excepciones, en el ovino lechero la situación es generalmente peor. En primer lugar, la inseminación artificial (IA) es menos eficiente y no se usa ampliamente, lo que hace que las poblaciones de referencia de machos sean menos robustas en comparación con el vacuno lechero. En segundo lugar, la robustez general de las evaluaciones genéticas se ve afectada negativamente por el coste relativamente elevado del registro del rendimiento, que dieron lugar a sistemas de registro muy simplificados. Por lo tanto, este enfoque solo se puede aplicar en razas con un programa de mejora tradicional bien establecido para el contenido de grasa y proteína. Para otras razas, el uso de la selección genómica puede ser beneficioso en núcleos de hembras que sirven como poblaciones de referencia para estimar los valores genéticos de carneros jóvenes que se utilizarán en las granjas comerciales, es decir, utilizando los genotipos y fenotipos del núcleo de selección combinados con el genotipado de machos candidatos a la selección que se crían en granjas comerciales y están genéticamente conectados con el núcleo de selección.

Estos enfoques deben implementarse después de un análisis coste-beneficio que incluya los costes de los chips de ADN, el análisis de laboratorio y la gestión de datos.