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Dos combinaciones exitosas de cultivos forrajeros de invierno de leguminosas y cereales

Nombre de la solución: Dos combinaciones exitosas de cultivos forrajeros de invierno de leguminosas y cereales

Objetivo: Se presentan ejemplos de combinaciones de cultivos intercalados de leguminosas y cereales para cultivos forrajeros de invierno que se han probado o utilizado con resultados satisfactorios en Grecia central.

Descripción:

  • Añadir una proporción de cereales, al sembrar leguminosas forrajeras, permite una cosecha más fácil y una mayor productividad y calidad del forraje. Esto se consigue ya que los cereales actúan como soporte permitiendo el crecimiento de la legumbre a mayor altura y evitando que se tumbe, y por lo tanto que se estropee el cultivo. Además, la mezcla se comporta mejor durante la fermentación en su ensilado. Las combinaciones presentadas se refieren a los cultivos forrajeros de invierno no regados: veza/cebada y guisante/avena forrajera que, en clima mediterráneo, pueden cosecharse con suficiente antelación para permitir un segundo cultivo en el campo cuando se disponga de agua de riego.

Tema: Nutrición

Producción: Leche/carne

Categoría de los animales: Ovejas adultas/corderos

Necesidad: Cultivos forrajeros

Nivel de la solución: Conocimiento, Práctica

País: Grecia

 

 

 

 

 

Cómo implementarla

Ejemplo 1 (investigación experimental) :

  • Veza (variedad Alexandros) con cebada (variedad Colorado). 150 kg semilla/ha. Las proporciones del peso de las semillas en el momento de la siembra son 33% de cereales / 67% de leguminosas.
  • Guisante forrajero (variedad Arvika) con avena (variedad Kassandra), sembrado. 180 kg semilla/ha. Las proporciones del peso de las semillas en el momento de la siembra son 25% de cereales/75% de leguminosas.

Ambos cultivos intermedios se sembraron en invierno (a principios de diciembre) y se cortaron en primavera (a mediados de mayo). Los cultivos intermedios se abonaron con un superfosfato (0-46-0) a 200 kg/ha. Una doble siembra fue imprescindible para una distribución uniforme de las plantas, ya que las semillas de las diferentes especies difieren en sus parámetros físicos.

 

Exemplo 2 (práctica del agricultor, de uso rutinario):

Veza (variedad Alexandros) con cebada (o avena) y guisante forrajero (variedad Olympos) con avena, sembrados en otoño (finales de octubre) y cortados en primavera (desde finales de abril hasta mediados de mayo) para heno o ensilado. 180 kg semilla/ha. Las proporciones del peso de las semillas en el momento de la siembra son 17% de cereales / 83% de leguminosas.

Beneficios esperados
  • Mayor facilidad de cosecha, mayor productividad y calidad del forraje tanto como heno como ensilado. Los resultados del experimento de investigación fueron, en el periodo de cosecha, un rendimiento en fresco (@25% de materia seca) de 25-50 T/ha para la combinación veza/cebada, en función del potencial agronómico de la finca, y un rendimiento ligeramente inferior para la combinación guisante/avena forrajera. El contenido de proteína bruta del forraje en el momento de la cosecha fue de aproximadamente el 16% de la MS en el caso de la veza/cebada y del 12% de la MS en el caso del guisante/avena forrajero.

Análisis Coste – Beneficio

La adición de un pequeño porcentaje de cereales en la siembra del cultivo forrajero de leguminosas (caso de la veza-avena) aumenta los costes de siembra (debido a la adición de semillas de cereales) y los gastos del contratista (más pacas producidas). Sin embargo, este sobrecoste queda cubierto en gran medida por los rendimientos generados por la producción adicional de forraje y la mayor calidad del mismo (disminución de las pérdidas por deterioro). El aumento medio de los ingresos es de 675 euros/ha en comparación con el cultivo de veza simple.

 Análisis de Sostenibilidad

Con la combinación de veza y avena, la ganadería puede aumentar su producción de forraje y, por tanto, su autoabastecimiento de alimento. La producción adicional en la explotación reduce la compra de forraje y, por tanto, el impacto medioambiental del transporte.

Con la combinación de veza y avena, se reduce el consumo adicional de combustible en la siembra por hectárea, y una producción extra de forraje. El consumo de combustible/tonelada de forraje se reduce para la explotación. Esto debe matizarse con el consumo adicional de combustible para la cosecha (véanse los gastos del contratista).

No se han identificado aspectos de sostenibilidad social.

Fuente de información:

Laboratorio de Fisiología de la Nutrición y Alimentación, Universidad Agrícola de Atenas

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