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Había un problema de malezas en la granja y cuando inspeccionaron los terrenos no pudieron ver este problema aparente en los terrenos circundantes. Contrataron a un avión no tripulado, dron, para determinar los vientos dominantes y programarlo para que volara contra el viento en la propiedad para ver si el problema se originaba desde lugares contiguos. Pagaron 50 € y, como era de esperar, 2 km al noreste de la propiedad, el viento fue el vehiculador de una gran infestación de la hierba ‘burr’. Entonces se dieron cuenta de que, a menos que el vecino resolviera ese problema, que era de 2 hectáreas (costo ~ 500 €), tendrían un problema permanente en al menos 15 propiedades afectando como mínimo a 300 hectáreas a sotavento (20,000 € / año). Para resolver un problema importante, alquiló un dron durante 3 horas en una oficina de TI y registró el área circundante de su propiedad para detectar el problema. Finalmente descubrieron que el problema provenía una distancia de 2 km a contraviento.
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