Antes y después de cada ordeño, el personal debe revisar el equipo: – revisando todas las mangueras para ver si hay roturas, – verificando si hay humedad o suciedad no deseada en las mangueras transparentes, – asegurándose de que las camisas no estén torcidas, verificando que no haya orificios de ventilación obstruidos, – encendiendo cada unidad de ordeño e insertando los dedos en las pezoneras para asegurarse de que se abren y cierran, – registrar el vacío del manómetro del sistema y escuchar si hay sonidos irregulares y fugas de aire. Si algo no funciona correctamente, se debe notificar al servicio técnico de inmediato. Todos los componentes mencionados anteriormente se organizarán en una lista de verificación que se colocará a la vista en la sala y estará acompañada de una tabla en la que se registrará el vacío antes y después de cada ordeño, junto con los problemas potenciales que pueden requerir atención.